jueves, 14 de junio de 2012

Crisis y retornos


Llevo meses sin escribir una entrada y eso no ha sido porque sí. Me he dejado llevar por la tendencia general y así, yo también he estado de crisis.

Crisis es una palabra que mola, porque su plural es igual que el singular. Así que en el siguiente párrafo se podrá apreciar mi perspicaz juego literario, dado que seguro que hace dos frases, el lector ha pensado que solo he tenido UNA crisis y ahora me pondré a explicar que he tenido VARIAS crisis. Joe, soy guay, ¿eh?

De varias de ellas no voy a hablar, que no son de interés en este blog, pero un par de las otras sí que merecen mención, dado que han afectado directamente a la Bitácora del Demeter.

La primera ha sido en relación con el título del Blog. Veréis, me di cuenta de que prácticamente solo he escrito sobre temas que tiene que ver con los comics y juegos de rol de Superheroes. Y la tendencia solo tenía pinta de seguir así, ya que es una afición duradera la que tengo por el género. Así que me planteé especializarme tan solo en esos temas, alentado además por el éxito de la peli de Los Vengadores.
Pero claro, si hablas de superhéroes, no tiene mucho sentido que sea desde una plataforma cuyo nombre hace referencia a Drácula ¿verdad? Es como si escribiese, no sé, de futbol en un blog llamado Las recetas de Samsagaz Gamyi, ¿no creéis?

Mmm...un blog de cocina y la Tierra media...pues es para plantearselo

Así que mientras le daba vueltas infructuosamente al nuevo nombre, incapaz de encontrar el perfecto (y llegaba a conclusiones tan bizarras como la bitácora del pájaro negro, la caja negra del Quinjet o la caja negra de Archie) quedé bloqueado absurdamente por ello. Y como resultado, pues no escribí nada durante esa obcecación. Y entonces sucedió algo que me hizo ver la luz.

El Archie al que me refiero es a este, claro ¿Que pensabais?

Ese algo fue que Velasco cambió el nombre de su blog Tranquilos…seguro que son minions.  Cuando leí sus razones para tal cambio, pues no sé, no me parecieron suficientes para dar tal paso, le tenía cariño al nombre y me parece una pena. Continúo siguiéndole en Petrificación o Polimorfía ¡ENLACE!, como ahora se llama y, eso sí, su contenido es igual de bueno.

Pero la cuestión me hizo plantearme que si su decisión (por otro lado totalmente respetable, estaría bueno) me pareció algo desconcertante, pues a lo mejor yo debía plantearme la mía, que, básicamente, era la misma aunque por distintos motivos ¿no?

Especialmente cuando tal decisión se me había atravesado y me estaba impidiendo hacer lo principal, escribir.
Si, el blog de Velasco obviamente me ha inspirado e inspira

Así que mi conclusión es que el blog se va a seguir llamando igual y que voy a escribir de lo que me salga del mismísimo. Que ahora son tipos en spandex, pero a lo mejor el mes que viene son Vampiros, Summer Glau, el Juego de Tronos, Saramago o la biografía de los componentes de Locomía. Y seguiría teniendo un nombre poco adecuado.  Porque lo importante es que continúe escribiendo y colgando cosas. ¿Que no es el nombre mas perfecto? Total, esto no lo lee ni Christopher…

La segunda crisis tiene que ver con los concursos de una página web que suelo visitar: no he ganado ni uno. Es más, he decidido no participar en ninguno mas, tal es el grado de dolorosa pérdida de autoestima que me ha provocado el asunto. Aunque tal vez sea eso que llaman mal perder.

 Total, que en vez de rendirme totalmente, he tomado la ridícula decisión de capitalizar el tiempo invertido en esos concursos y plasmar aquí alguno de los artículos que a mí me han parecido mas resultones. Repito: son perdedores de concursos, no nos llamemos a engaño. Pero volveré a aplicar la máxima “ Total, esto no lo lee ni Christopher”.

Así que ahí va el primero, un nostálgico escrito que podría ser el preámbulo de voz en off de un episodio de “Cuéntame”. Pero en friki, si es que tal cosa es posible. Trata sobre el primer comic Forum que me leí.

Sí,es posible: The Alcantara of two worlds

En 1983 yo entraba en la tienda de prensa de una estación de tren. Debía tener 8 o 9 años y me dirigí al montón de los tebeos (si, así los llamábamos entonces), pensando en encontrar algún número del Capitán Trueno o Los Pitufos. Las colecciones de superhéroes de Vértice y Bruguera que tanto me fascinaban habían dejado de llegar a los kioskos y me había resignado a que solo volvería a leer sus páginas en los números que encontrase de segunda mano en el rastro.

Y entonces lo vi.

Quien aparecía en la cubierta de ese ejemplar era Dan Defensor (yo le conocía por una aparición en el Peter Parker: Spiderman de Vertice), pero era muy extraño.

Su nombre era distinto, estaba en inglés. Y esa portada…parecía muy seria, muy sangrienta, sosteniendo a un boxeador con un tiro en el pecho. Lo sostuve en mis manos con una mezcla de esperanza e incredulidad… ¿sería una parodia adulta del Víbora o alguna revista del estilo que al dueño de la tienda se le hubiese colado entre los tebeos para niños?



Aprovechando que mi padre (que, por supuesto, me acompañaba para asesorar qué me podía comprar y que no) estaba despistado, lo abrí, arriesgándome a encontrar vísceras, tetas, culos y comentarios políticos.

No… efectivamente era el Dan Defensor que conocía. De hecho, en la primera historia se enfrentaba con La Masa. Y en la segunda se contaba su origen, desde la cama del hospital en la que acababa tras el enfrentamiento con el Goliat verde.

En cuanto Urich le presiona un poco, el cuernecitos se pone a cantar...

Y más aún, en la última página  se anunciaba que se publicaría la colección de los Vengadores. Ese anuncio en blanco y negro además decía que El Hombre de Hierro (mi personaje favorito, aunque allí lo llamaban Iron man) era el líder del supergrupo. Mi emoción no conoció límites: Comics Forum (así se llamaba la editorial, leí) volvía traer  a los personajes de Marvel al kiosko y aquello pintaba como la mejor edición que jamás había visto. Y algo distinto se atisbaba en las historias, algo un poco más serio y excitante.

Esta imagen, con los textos cambiados, era la que anunciaba la serie de Los Vengadores. Que pie de foto mas serio¿no?

No necesité más: ese era el tebeo que quería comprar para leer durante aquel viaje en tren. Mi padre, claro, al verlo, se mostró un poco escéptico: había mucha sangre (¡Chavales, La Masa pegaba a Dan Defensor y este sangraba!) y costaba casi cien pesetas. Pero supongo que la cara de ilusión infantil genuina que debía tener yo le hizo imposible negármelo.
Ay, manolete. Si nosabes torear ¿pa' que te metes?

Y así, durante un trayecto en el que me dio tiempo a releerme varias veces aquel Daredevil de Frank Miller y el artículo le hacía de introducción (algo nunca visto en aquel entonces), se consolidó en mí esta afición que me ha acompañado a lo largo de todo este tiempo y que tantas alegrías y disgustos me ha dado. Como solo hacen las cosas importantes de la vida. Tal vez sea, además y mirando en retrospectiva, la única constante en la mía a lo largo de los años, tras cientos de cambios.  Y tal vez, muy posiblemente, me acompañe hasta la tumba.

Todo, por un tebeo en un montón de una librería de una estación de tren que costaba 95 pesetas. No está mal ¿verdad?

¿Cuáles fueron los vuestros?

Tras este lacrimógeno ejercicio de remember ya solo me queda despedirme y aseguraros que la siguiente entrada tardará menos en verse publicada. Palabrita del niño Jesus.